Las enfermedades sexuales se encuentran entre las más comunes y menos comprendidas. Sin embargo, también se encuentran entre las ETS más comunes. Si usted es uno de los 3.200 millones de personas que ha estado expuesto a una ETS en algún momento de su vida, sabe que puede ser difícil asegurarse de no volver a infectarse. Afortunadamente, hay una serie de cosas que puedes hacer para protegerte de las enfermedades.

Si tú o tu pareja habéis mantenido alguna vez relaciones sexuales sin protección, es muy probable que hayáis estado expuestos a una ETS. Por eso es tan importante saber cómo prevenir la infección. Pero con tantas incógnitas sobre este tema, puede ser difícil saber por dónde empezar. Por suerte, hay varias formas de protegerse de contraer una ETS.

Hazte las pruebas regularmente

Muchas ETS pueden detectarse mediante pruebas. Si has mantenido relaciones sexuales, probablemente te hayas expuesto a algo. Un simple análisis con un hisopo es la forma más fiable de detectar muchas ETS. Algunas ETS, como la clamidia, pueden diagnosticarse mediante una prueba. Pero otras, como la gonorrea y el VIH, sólo pueden detectarse mediante un cultivo. Por eso es importante hacerse las pruebas regularmente. Puedes hacerte la prueba anual de ETS en un médico o en un centro de pruebas. Si te haces las pruebas con regularidad, puedes estar seguro de que te hacen las pruebas de todas las ETS que pueden transmitirse a través de las relaciones sexuales (incluidas las que pueden no ser visibles por fuera).

Pero la mayoría de las ETS sólo requieren una prueba. Por lo tanto, si te has hecho las pruebas con regularidad, probablemente habrás comprobado que no eres positivo en muchas ETS. Hacerse las pruebas con más frecuencia también es una buena idea si te interesan más enfermedades de transmisión sexual. Es una forma excelente de saber más sobre lo que hay, y puedes estar seguro de que estás protegido.

Desaconsejar los comportamientos de riesgo

Es posible que hayas oído que la mejor manera de protegerse de las ETS es abstenerse de mantener relaciones sexuales. Aunque ésta es una buena regla general, no es la única forma de protegerse. También puedes utilizar diversos métodos de protección para reducir el riesgo de contraer una ETS. Hay una serie de cosas que pueden aumentar el riesgo de contraer una ETS. Estas pueden ser:

  • Tener una nueva pareja.
  • Acostarse con personas que sabes que no usan protección.
  • Consumir ciertas bebidas y alimentos.

Practicar ciertas actividades que te ponen en mayor riesgo de contraer una ETS. ect. Una persona que no sabe que tiene una ETS puede tener comportamientos de riesgo que la ponen en peligro. Es importante hacerles saber que han estado expuestos a una ETS para que puedan tomar medidas para protegerse. También puedes pedirle a tu pareja que te avise cuando tenga un mayor riesgo de contraer una ETS. Esta puede ser una buena forma de educar a ambos sobre la salud del otro para que ambos estén de acuerdo con lo que están haciendo.

Usar preservativos

Los preservativos son la forma más eficaz de prevenir la transmisión de muchos tipos de virus e infecciones bacterianas. Además, tienen la tasa de fracaso más baja de todos los métodos anticonceptivos. Puedes conseguir preservativos en la mayoría de las tiendas que venden productos de salud y belleza. También están disponibles en Internet. Es importante utilizar siempre el preservativo correctamente. Hay diferentes tipos de preservativos. Algunos tienen un anillo especial que se coloca dentro de la vagina o el ano. Mientras que otros son simplemente un trozo de látex.

Es importante utilizar siempre un preservativo. También es importante recordar que los preservativos no son dispositivos de sexo seguro. Pueden romperse. Por eso, aunque son una buena forma de protegerse de muchas enfermedades e infecciones, no pueden protegerte de todo.

Usa equipo de protección

Utiliza guantes cuando manipules medicamentos, cuando manipules productos biológicos, cuando investigues y cuando manipules órganos sexuales. Quienes lo hagan tendrán menos probabilidades de contraer enfermedades. Algunos tipos de guantes se recomiendan para quienes manipulan materiales peligrosos como el oro, el platino u otros materiales de gran pureza. Otros tipos de guantes son mejores para quienes tienen alergias en la piel. Tanto los guantes como los delantales deben lavarse con agua caliente y jabón. Esto ayudará a deshacerse de cualquier bacteria, virus y toxina que pueda haber en ellos.

No comparta agujas ni jeringuillas.

No compartas agujas ni jeringuillas. Son la forma más común de contagio de enfermedades como el VIH y la hepatitis. Compartir agujas o jeringuillas no sólo aumenta el riesgo de infección, sino también el de contraer otras enfermedades como la hepatitis B y C, la sífilis y otras ETS. Si tienes que compartir una aguja o jeringuilla, utiliza una lanceta. Una cuchara, un tenedor u otro utensilio también pueden servir de lanceta. Después de utilizar una aguja o jeringa, lávate las manos con agua y jabón. Si tienes que compartir una aguja o jeringa, utiliza una distinta para cada persona con la que la compartas. Si no quieres compartir agujas o jeringuillas, hay otras formas de protegerte.

Lávate las manos antes y después de las relaciones sexuales

Lavarse las manos antes y después de mantener relaciones sexuales puede evitar que te infectes. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., «el lavado de manos es el acto de lavarse las manos con jabón o con un agente tensoactivo suave para eliminar la materia biológica que provoca el contacto, como la suciedad, las bacterias y los parásitos». Es un buen hábito que hay que adquirir. No sólo te limpiará las manos, sino que también evitará que contraigas enfermedades como la sífilis. Lávate las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos.

Si no puedes lavarte las manos por algún motivo, basta con un simple lavado de manos. Por ejemplo, si está en un avión, tren o manejando una maquinaria, puede utilizar un lavamanos en el lavabo o el inodoro. Lávese las manos con agua y jabón después de mantener relaciones sexuales, cambiarse de ropa o manipular cualquier objeto que pueda haber tocado su cuerpo.

Conclusión

La información proporcionada aquí pretende ofrecer una introducción básica a los numerosos temas que son importantes para protegerse de las enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo, debido a la gran variedad de temas, es difícil saber por dónde empezar. Por eso es útil hacerse pruebas regularmente. Si sabes dónde corres el riesgo de contraer una ETS, podrás tomar medidas para protegerte. Buena suerte y protégete de las ETS.

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